Isquemia Crítica de Extremidades
La isquemia crítica de extremidades (CLI, por sus siglas en inglés), la forma más grave de la enfermedad arterial periférica (EAP), es causada por un estrechamiento de las arterias en las extremidades, que normalmente afecta a las piernas. Es causada por la misma placa que obstruye las arterias y provoca ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares y, por lo general, tiene como consecuencia una amputación.
Causas y Factores de Riesgo
Aproximadamente 10 millones de personas tienen isquemia crítica de extremidades (CLI). Los hombres de raza negra tienen una mayor probabilidad de que la EAP evolucione a CLI que los hombres de raza blanca1. La condición a menudo permanece sin tratamiento, con desigualdades significativas en las tasas de revascularización y amputación según la raza, la situación socioeconómica y el lugar de residencia.
9 de cada 10 personas con CLI son fumadores actuales o exfumadores.
Los principales factores de riesgo son el fumar y la diabetes.
Síntomas
Es muy importante detectar e informar los síntomas de forma temprana, ya que, con la CLI, el tiempo es importante. Cuanto antes se pueda restablecer el flujo sanguíneo a la parte inferior de la pierna o el pie, mejores serán las posibilidades de resultados a largo plazo.
¿A qué debo prestar atención?
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Infecciones. |
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Dolor en la pierna y el pie al hacer ejercicios y en reposo. |
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Fisuras y llagas que no cicatrizan. |
Diagnóstico
Dado a que la isquemia crítica de extremidades es la forma más grave de la enfermedad arterial periférica, la prueba más común para la EAP es el índice tobillo-brazo (ITB). El ITB compara la presión arterial en sus piernas y brazos utilizando la máquina de medir la presión arterial. Si las presiones son diferentes, podría significar que tiene EAP.
Si el ITB muestra que puede tener EAP, su médico puede realizar otras pruebas. Las siguientes pruebas pueden ayudar a mostrar la ubicación de la arteria bloqueada y la gravedad de la obstrucción.
Ecografía Doppler dúplex
Imágenes por resonancia magnética (IRM)
Angiografía
Angiografía por tomografía computarizada (ATC)
Tratamientos
El objetivo de las personas con CLI es minimizar la pérdida de tejido, que las heridas cicatricen y asegurarse de que la extremidad reciba la sangre que necesita para funcionar correctamente.
Es importante que acudas a un médico de inmediato si crees que estás en riesgo.
El tratamiento para la enfermedad arterial periférica (EAP) depende de la gravedad de la enfermedad. Por lo tanto, puede ser una gran ventaja detectarla de forma temprana.
Ejercicio
El ejercicio puede hacer que crezcan nuevos y diminutos vasos sanguíneos y lleven oxígeno a las áreas problemáticas.
Medicamentos
Tu médico puede recetarte medicamentos para reducir el dolor o prevenir la formación de coágulos de sangre. Además, es posible que se necesiten medicamentos para controlar la diabetes, la presión arterial alta o el colesterol alto porque estas afecciones, si no se tratan, pueden aumentar el riesgo de CLI.
Procedimientos quirúrgicos
Tu médico puede decidir que es necesario tratar las arterias bloqueadas. Se podrían utilizar uno o más de estos procedimientos para ayudar a la sangre que vuelva a fluir libremente a través de las arterias afectadas.
Angioplastia
Se pasa un catéter con un globo a través de la arteria bloqueada. Una vez inflado, el globo comprime la placa contra la pared de la arteria.
Implante de un stent
Durante la angioplastia, se puede colocar un pequeño tubo de malla metálica llamado stent en la arteria para ayudar a mantenerla abierta.
Aterectomía
Se usa un catéter especial para afeitar suavemente y eliminar la placa de las arterias.
Endarterectomía
Se usa un catéter especial para abrir los vasos sanguíneos bloqueados al eliminar la acumulación de placa del interior de la pared arterial.
Cirugía de derivación (bypass)
Se utiliza un vaso sanguíneo sano tomado de otra parte del cuerpo, o un pequeño tubo artificial, para crear un desvío que permita que la sangre fluya alrededor de una arteria bloqueada.
La isquemia crítica de las extremidades se puede controlar con una combinación de cambios en tu estilo de vida, actividad física, dieta y tratamientos médicos. Es importante que hables con tu médico para ver que tratamiento sería el más conveniente.
Prevención
Comprométete a ser más activo físicamente. Todos los días, procura realizar 30 minutos de actividad de intensidad moderada, como caminar a paso ligero, rastrillar, bailar, levantar pesas livianas, limpiar la casa o hacer trabajos de jardinería.
Mantener un peso saludable es importante para la salud general y puede ayudarte a prevenir y controlar muchas enfermedades y afecciones. Si no sabes cuál es tu peso ideal, pregunta a tu médico.
Sigue una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, frutos secos, productos lácteos bajos en grasas, cereales integrales y pescado.
Los expertos recomiendan tomar menos de dos bebidas alcohólicas por día, y probablemente solo una bebida por día en el caso de las mujeres.
Los fumadores tienen hasta seis veces más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco que los no fumadores. Si fumas, es momento de dejar de hacerlo.
Todo lo anterior
¿Dónde atenderse?
Si tienes dolor en las piernas o pies, lastimaduras o llagas que no cicatrizan o infecciones en las piernas, busca el hospital o el especialista más cercano.
Referencias:
1. Rivero, M. Nader, N. Blochle, R. Harris, L. Dryjski, M. Dosluoglu, H. (2016). Pooper limb salvage in African American men with chronic limb ischemia is due to advanced clinical stage and higher anatomic complexity at presentation. Journal of Vascular Surgery. 63(3) pg. 1318-1324.
2. Agneta Åkesson, Susanna C. Larsson, Andrea Discacciati, Alicja Wolk. Journal of the American College of Cardiology (JACC), en línea septiemb