La muerte súbita es la aparición repentina e inesperada de una parada cardíaca en una persona que aparentemente se encuentra sana y en buen estado. Si no recibe atención inmediata, la consecuencia es el fallecimiento al cabo de unos minutos. Su principal causa es una arritmia cardiaca llamada fibrilación ventricular, que hace que el corazón pierda su capacidad de contraerse de forma organizada, por lo que deja de latir. La víctima de muerte súbita pierde en primer lugar el pulso, y, en pocos segundos, pierde también el conocimiento y la capacidad de respirar. Si no recibe atención inmediata, la consecuencia es el fallecimiento al cabo de unos minutos.
Las medidas de reanimación cardio pulmonar (CPR, por sus siglas en inglés) pueden conseguir en muchos casos que la arritmia desaparezca y el paciente se recupere. Si por fortuna sucede esto, estaremos ante una “muerte súbita reanimada”.
Busca atención médica urgente si experimentas cualquiera de los síntomas nombrados más arriba.