4 de marzo, un llamado a la acción contra la obesidad
La obesidad es una epidemia silenciosa que debemos enfrentar juntos.
Las cifras son alarmantes: Desde 1975, las tasas de obesidad casi se han triplicado en adultos y se han multiplicado por cinco en niños y adolescentes. Es un problema global que afecta a personas de todas las edades y condiciones sociales, poniendo en riesgo su salud y calidad de vida. Pero no todo está dicho, la obesidad es prevenible y tratable.
¿Qué es la obesidad y por qué nos afecta?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad como una acumulación excesiva de grasa que puede perjudicar la salud. Más allá de ser un problema estético, es una enfermedad crónica y progresiva que aumenta el riesgo de padecer condiciones graves como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
Según la OMS, en 2016 más de 650 millones de adultos tenían obesidad, es decir, el 13% de la población adulta mundial.
¿Cuáles son las causas de la obesidad?
El aumento de peso no es solo cuestión de comer de más. La obesidad responde a una combinación de factores:
Genéticos: predisposición a almacenar grasa, regular el apetito y procesar los alimentos.
Entorno: familia, amistades, economía, hábitos de vida.
Alimentación: exceso de calorías, comidas ultraprocesadas y baja ingesta de frutas y verduras.
Sedentarismo: la falta de actividad física y el uso excesivo de pantallas.
Factores médicos: enfermedades como hipotiroidismo, síndrome de ovario poliquístico o artritis.
Medicación: algunos antidepresivos, anticonceptivos y esteroides pueden influir en el aumento de peso.
Sueño y estrés: dormir mal o estar en constante tensión altera las hormonas y fomenta la ansiedad por comer.
Las consecuencias van más allá del peso.
La obesidad impacta la salud de muchas maneras, con:
- Enfermedades cardiovasculares.
- Diabetes tipo 2.
- Ciertos cánceres.
- Problemas articulares y digestivos.
- Apnea del sueño y trastornos respiratorios.
¡Prevenir y tratar la obesidad no es sólo una cuestión de imagen, sino de salud y bienestar!
¿Se puede prevenir o tratar la obesidad?
Sí. La clave está en un enfoque integral que combine:
✔Alimentación saludable y balanceada.
✔Ejercicio regular.
✔Cambios de hábitos a largo plazo.
✔Apoyo profesional y médico.
Para quienes buscan opciones adicionales, existen tratamientos innovadores que pueden marcar la diferencia.
Orbera™: Balón intragástrico
Orbera™ es un balón de silicona que se introduce en el estómago vía endoscópica y se llena con solución salina. Su función es ocupar espacio en el estómago y retrasar el vaciado gástrico, ayudando a la reducción del apetito. Tras 12 meses, se retira mediante un procedimiento sencillo. Es un método no quirúrgico y reversible, ideal para quienes buscan perder peso de manera controlada.
ESG (Endoscopic Sleeve Gastroplasty): Reducción endoscópica del estómago.
ESG es un procedimiento sin incisiones ni cicatrices, en el que un especialista reduce el tamaño del estómago mediante suturas internas. Esto permite que la persona se sienta saciada más rápidamente y coma menos. Los estudios indican que los pacientes pueden lograr una pérdida de peso significativa y sostenida en el tiempo.
Estos tratamientos pueden ser una solución efectiva, pero siempre deben ir acompañados de un cambio de hábitos y ser supervisados por un profesional de la salud.
Un día para reflexionar y actuar.
Desde el 2020, cada 4 de marzo, se conmemora el Día Mundial de la Obesidad, un momento clave para concientizar sobre esta problemática, romper estigmas y fomentar soluciones reales. Este día busca educar sobre la importancia de la nutrición, el ejercicio y el acompañamiento médico.
La obesidad no es una sentencia. Con información, prevención y tratamientos adecuados, podemos dar el primer paso hacia una vida más sana y equilibrada. ¡Hoy es el momento de actuar!