Día de la Igualdad de las Mujeres: historia, presente y salud en la agenda
Está llegando una fecha para recordar la lucha por los derechos y reflexionar sobre los desafíos que aún enfrentan las mujeres, inclusive en el acceso a la salud.
Cada 26 de agosto se conmemora el Día de la Igualdad de las Mujeres, en recuerdo de un momento clave: la aprobación de la 19ª Enmienda en Estados Unidos en 1920, que reconoció el derecho al voto de las mujeres tras décadas de lucha. Fue un paso fundamental hacia un principio que hoy sigue vigente, que todas las personas tengan los mismos derechos y oportunidades.
Sin embargo, ese hito no alcanzó a todas por igual. Muchas mujeres afrodescendientes, indígenas, latinas y asiáticas, que también formaron parte del movimiento sufragista, tuvieron que esperar hasta 1965 para ejercer ese derecho de manera plena, con la aprobación de la Ley de Derechos Electorales. Un recordatorio de que la igualdad debe ser también inclusiva y continua.
Hoy, esta fecha invita a mirar más allá del pasado y reconocer los desafíos que persisten en el presente. Uno de ellos es el acceso equitativo a la salud, un tema clave que refleja con claridad cómo las desigualdades de género impactan directamente en la calidad de vida de las mujeres.
La salud también es un derecho
Las mujeres viven, en promedio, un 25% más de sus vidas con condiciones de mala salud en comparación con los hombres. Esta brecha no solo representa un problema de bienestar, sino también una pérdida económica global: si se lograra reducir, se estima que podría generar hasta un billón de dólares en valor económico para el año 2040.
Lograr esta transformación requiere atender distintas áreas clave:
- Salud reproductiva y materna
- Enfermedades crónicas como las cardiovasculares o la diabetes
- Salud mental y salud menstrual
- Inclusión de mujeres en investigaciones clínicas
Hacia sistemas de salud con enfoque de género
Organismos internacionales como FIGO remarcan la necesidad de avanzar hacia una verdadera equidad en los sistemas de salud, con acciones concretas como:
- Garantizar el acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva
- Invertir en condiciones ginecológicas que históricamente fueron minimizadas, como el dolor menstrual o la infertilidad
- Promover la planificación familiar como una herramienta de autonomía
- Utilizar tecnología y redes comunitarias para llegar a mujeres en contextos vulnerables
Falta de datos, falta de respuestas
La Organización Mundial de la Salud advierte que la escasez de datos desagregados por sexo y género conduce a diagnósticos erróneos, baja inversión en enfermedades que afectan principalmente a mujeres, y una subrepresentación femenina en ensayos clínicos. Esto impacta especialmente en casos como la endometriosis o las enfermedades autoinmunes.
Además, factores sociales como el nivel educativo, el ingreso económico y las responsabilidades de cuidado agravan aún más estas desigualdades en el acceso y la calidad de la atención.
Una salud que acompañe a lo largo de toda la vida
La equidad en salud no puede ser parcial ni momentánea. Debe contemplar todas las etapas:
- Atención prenatal y postnatal
- Detección temprana de enfermedades crónicas
- Apoyo en salud mental
- Cuidados durante el envejecimiento
Cada una de estas instancias es una oportunidad para cerrar brechas y construir sistemas más justos.
La igualdad también se mide en salud
Este día es una invitación a honrar a quienes abrieron camino, a reconocer lo que se ha avanzado, pero sobre todo a no perder de vista todo lo que aún falta. La igualdad de género no se alcanza sólo con derechos políticos o leyes laborales. También se construye con acceso, cuidados, autonomía y salud para todas las mujeres, en todas las etapas de sus vidas.
Porque hablar de igualdad es también hablar de bienestar, de oportunidades reales y de vidas más plenas. Y eso empieza por el cuerpo.