Aunque se vincula con las festividades, diciembre también es el mes para crear conciencia sobre una condición común pero ignorada: el estreñimiento.  El estreñimiento se caracteriza por la disminución de evacuaciones intestinales y la dificultad para expulsar las heces. Cuando la frecuencia de las deposiciones es inferior a tres veces por semana, se clasifica como estreñimiento. Este problema puede surgir cuando las heces se vuelven secas y duras, dificultando su paso, y a veces, provocando deposiciones dolorosas.  

Diversos factores pueden desencadenar el estreñimiento, desde una dieta pobre en fibra hasta la falta de ejercicio, pasando por cambios en la rutina diaria. Ignorar las señales del cuerpo y no abordar este problema puede conducir a complicaciones graves como hemorroides, fisuras anales e impactación fecal.  Para prevenir el estreñimiento y aliviar sus síntomas, se recomienda adoptar hábitos saludables, como mantenerse bien hidratado, reducir el consumo de carnes y lácteos, seguir una dieta rica en fibra, hacer ejercicio regularmente y no ignorar la necesidad de defecar.  Vivir con estreñimiento no solo afecta la salud física, sino que también impacta en la calidad de vida diaria. Por ello, es crucial practicar el autocuidado y realizar modificaciones saludables en el estilo de vida para combatirlo.  

En el ámbito de la dieta, los cambios pueden marcar la diferencia. Una alimentación equilibrada, rica en fibra, frutas y verduras, puede contribuir significativamente a combatir el estreñimiento. Sin embargo, en casos donde la causa no es alimentaria, seguir una dieta prescrita por un médico o dietista puede ser más efectivo.  En este mes de concientización sobre el estreñimiento, toma la iniciativa de educar a quienes te rodean sobre los síntomas y las causas de esta condición para prevenir complicaciones a largo plazo.