Skip to main content

¡Mantente activo y cuida tu salud! Cada movimiento cuenta.

La actividad física es mucho más que ejercicio; es una inversión en salud y bienestar. Según la OMS, mantenernos en movimiento puede prevenir hasta 5 millones de muertes al año y reducir el riesgo de enfermedades graves. Descubre cómo pequeños cambios en tu rutina diaria pueden mejorar tu salud física y mental, sin importar la edad o las habilidades.

 

Más que ejercicio, ¡un aliado para tu vida!

La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la relevancia de la actividad física en su reciente guía para una vida más saludable. Sin importar la edad, el género o el nivel de capacidad, la actividad física regular tiene beneficios directos en la prevención de enfermedades como las cardiopatías, la diabetes tipo 2 y el cáncer, además de mejorar la salud mental y cognitiva.

Las estadísticas son claras: uno de cada cuatro adultos y cuatro de cada cinco adolescentes no realizan suficiente actividad física, lo cual tiene un impacto significativo en la salud y en los costos sanitarios globales.

 

Cuánto ejercicio necesitamos y cómo incluirlo en nuestra rutina

Se sugiere que los adultos realicen entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa cada semana. Para niños y adolescentes, se recomienda un promedio de 60 minutos al día. Incluso las mujeres durante el embarazo y personas mayores o con discapacidades pueden y deben realizar ejercicio adaptado a sus necesidades para mejorar su bienestar.

 

Aquí te damos algunos consejos prácticos para incluir el movimiento en el día a día:

 

1. Haz pequeños cambios en tu rutina

Subir escaleras en lugar de tomar el ascensor. Estacionar el auto un poco más lejos o bajarte una parada antes en el transporte público. Optar por caminar o andar en bicicleta cuando sea posible.

2. Incorpora actividad física en el tiempo libre

Actividades como bailar, jugar al aire libre o realizar tareas en el hogar como la jardinería también son excelentes formas de moverse. Establece momentos en familia para hacer actividad física juntos, ya sea una caminata o un juego activo.

3. Combate el sedentarismo en el trabajo

Si pasas mucho tiempo sentado, incorpora pausas activas cada 30 minutos. Esto puede incluir estiramientos, una caminata corta o incluso ejercicios simples en el lugar. Alterna entre estar de pie y sentado, y considera una caminata ligera en el horario de almuerzo.

4. Fortalece tu cuerpo y mente

Realizar ejercicios de fuerza y actividades que mejoren el equilibrio y la coordinación, como el yoga o el tai chi, puede ser beneficioso especialmente para adultos mayores, ayudando a prevenir caídas y mejorar la salud general.

5. Mantente hidratado y prioriza el bienestar

Alterna el consumo de alcohol en celebraciones con agua y no olvides mantenerte hidratado mientras te mueves. Pequeñas acciones como tomar agua regularmente y descansar también son parte del autocuidado.

 

Una inversión en el bienestar

Para vivir más años y con mayor calidad, adoptar hábitos activos es crucial. La OMS ha lanzado un Plan de Acción Mundial sobre Actividad Física que insta a los países a reducir la inactividad física en un 15% para 2030. Un mundo más activo no sólo beneficia a las personas, sino también a la economía y a la sociedad en general.

 

Mantenerse en movimiento es una responsabilidad compartida, y cada paso que damos nos acerca más a una vida plena y saludable.