Hiperplasia prostática benigna: lo que todo hombre debería saber
La hiperplasia prostática benigna (HPB), también conocida como agrandamiento de próstata, es una condición frecuente que aparece con la edad. Aunque no se trata de cáncer, puede afectar seriamente la calidad de vida si no se detecta y trata a tiempo.
La próstata es una pequeña glándula ubicada justo debajo de la vejiga que ayuda a producir el semen. Con los años tiende a aumentar de tamaño y, cuando crece demasiado, puede bloquear el flujo de orina y generar problemas en la vejiga, los riñones o las vías urinarias.
Síntomas a tener en cuenta
Los signos más habituales incluyen:
Necesidad frecuente o urgente de orinar, sobre todo en la noche.
Dificultad para iniciar la micción.
Flujo débil o intermitente.
Sensación de no vaciar la vejiga por completo.
Goteo después de orinar.
En algunos casos menos comunes puede aparecer sangre en la orina, infecciones urinarias o incluso la imposibilidad de orinar. Es importante recordar que el tamaño de la próstata no siempre se relaciona con la intensidad de los síntomas, una próstata pequeña puede dar molestias importantes y, a la vez, algunas próstatas grandes casi no causan problemas.
Diagnóstico, el valor de un buen control
Frente a síntomas urinarios, la consulta médica es fundamental. El especialista puede comenzar con un examen físico y estudios básicos como análisis de orina y sangre. En casos más complejos, se recomiendan pruebas adicionales:
Antígeno prostático específico (PSA): mide una proteína producida por la próstata, cuyos niveles aumentan con el agrandamiento.
Flujometría urinaria: evalúa la fuerza del chorro y la cantidad de orina.
Ecografía o estudios urodinámicos: permiten observar el tamaño de la próstata y el funcionamiento de la vejiga.
Cistoscopia o biopsia: en situaciones puntuales, para descartar otras enfermedades como el cáncer de próstata.
Factores de riesgo y prevención
La HPB suele estar relacionada con la edad, pero hay otros factores que elevan el riesgo:
Antecedentes familiares
Diabetes
Enfermedades cardíacas
Obesidad.
Mantener un estilo de vida saludable, con ejercicio regular y buena alimentación, puede ayudar a disminuir la probabilidad de padecerla o a retrasar su progresión.
¿Por qué es importante informarse?
La hiperplasia prostática benigna no aumenta el riesgo de cáncer, pero sí puede derivar en complicaciones graves como daño renal, cálculos en la vejiga o infecciones recurrentes si no se trata a tiempo. La buena noticia es que existen múltiples opciones de manejo, desde medicamentos hasta cirugías y procedimientos menos invasivos.
La clave está en la información y la prevención. Conocer los síntomas, consultar al médico ante las primeras señales y no normalizar las molestias urinarias. Hablar de salud masculina es un paso necesario para cuidarnos mejor.